La vida es un proceso de cambio constante, especialmente cuando viajamos a un lugar diferente y necesitamos tiempo para entender las normas, las leyes y la cultura local, como funciona el mercado de trabajo y que tanta es la demanda en dicho mercado.
Las prioridades tienden a cambiar de acuerdo a las nuevas situaciones, por lo que es necesario revisar constantemente tus metas, planes y mantener la flexibilidad mental, para tener mayor tranquilidad y calidad de vida.

Lo que decidimos hacer y cómo nos motivamos da forma a nuestra vida y tiene efectos profundos en nosotros. Cada uno de nosotros influye en el curso de la vida, pero no en el control total.

Se producen pérdidas. Las oportunidades surgen. Respondemos a estas oportunidades o no. Ahí es donde nuestra influencia en respuesta a los acontecimientos de nuestro control razonable toma su lugar.

Un ejemplo muy común de la sensación de pérdida ocurre en las personas que viven en un país extranjero. Constante cuestionamientos acerca de la pérdida de las raíces, desde el contacto con el idioma, la cultura de su país de origen, y sobre todo el contacto diario con los amigos y la familia, provocando una sensación de tristeza y gran angustia.

Este sentimiento cobra mayor énfasis cuando se presentan dificultades durante la estancia en el país extranjero, la primera reacción es el deseo de regresar a su zona de confort, que es su país de origen. Sin embargo, sólo podemos vivir, avanzar y conquistar el mundo a medida que abandonamos ciertos lugares, ciertas situaciones, ciertas personas, ciertos principios y conceptos.

La libertad es algo que hemos logrado a expensas de luchar con nuevas situaciones y situaciones de abandono que nos incomodan. No podemos estar en dos lugares al mismo tiempo. Ser uno es abandonar el otro.

Esto no quiere decir que no podemos volver al lugar original, ya que las opciones son momentáneas y por lo tanto sujetas a cambios. Sin embargo, cuando regresamos ya no somos los mismos que llegaron con una maleta llena de nuevas experiencias, comenzamos a ver la vida y nuestro lugar de origen de una manera totalmente diferente.

Por último, la pérdida es “un nuevo significado” es decir, se ganan nuevos valores y somos capaces de observar que las ganancias tienen un peso mayor y más valioso, y que la vida sigue la ruta con las lecciones diarias. Los obstáculos pueden convertirse en oportunidades para que algo nuevo y mejor. Después de todo, una de las pocas cosas de las cuales tenemos el control de nuestras vidas son los pensamientos y sentimientos.

ELIGE PENSAR EN POSITIVO

Hay una gran diferencia entre ser positivo y ser idealista. Ser positivo es una cuestión de elección. Las personas positivas son más realistas y racionales. El pensamiento positivo saludable genera sentimientos y actitudes que se reflejan en la vida de manera más eficaz.

Con un mayor enfoque, es posible encontrar soluciones racionales y lógicas a los problemas que se presentan, por muy difíciles que sean, siempre hay una solución. Es importante destacar que los sentimientos están directamente relacionados con nuestra forma de pensar, los pensamientos negativos crean sentimientos negativos, la ira, la tristeza, el resentimiento y la falta de perspectiva, mientras que los pensamientos positivos traen sentimientos de esperanza, perspectiva y te permite centrarte en soluciones y en consecuencia tus comportamientos serán más efectivos.

Una actitud positiva puede entrenarse y practicarse todos los días, con la observación y el análisis de los propios pensamientos. Las personas positivas no son miopes. Pueden analizar una situación y mirar hacia el futuro, recordando que lo que no es tan bien ahora puede ser mejor si se cultiva con positividad.

Una persona positiva evalúa todos los aspectos de una situación y teniendo siempre una actitud racional, centrado en el lado afirmativo de las oportunidades que ofrece la vida.

ACTITUDES PARA PROMOVER PENSAMIENTOS POSITIVOS  Y LIDIAR CON LA ANSIEDAD

Cuando pasamos por un período de cambio y adaptación, como un viaje de intercambio, los sentimientos de ansiedad son naturales produciéndose con frecuencia. Sentir ansiedad dentro de ciertos límites es natural y útil, como mecanismo de adaptación, ayudando a las personas a buscar y encontrar soluciones positivas. Sin embargo, para mantener la concentración y hacer un mejor uso del tiempo y los recursos financieros, es necesario establecer prioridades según las necesidades de cada momento. Planificación y organización son fundamentales para el logro de los objetivos reduciendo el estrés y el nivel de ansiedad.

Lidiar con la ansiedad puede ayudar a desarrollar algunas actitudes importantes, tales como la paciencia, la confianza en sí mismo y el autocontrol. Hay algunas acciones prácticas que pueden ayudar a controlar la ansiedad:

Diga sí a las nuevas oportunidades. Sea una persona más abierta a los eventos no planificados. Muchas cosas buenas pueden venir de lugares que no esperaba y sumergirse en lo desconocido suele ampliar su visión del mundo.

Analizar las razones de tu ansiedad. Tal vez necesitas evaluar mejor algunas decisiones y deseos. No abrigar resentimientos y perdonar las fallas es una forma de reciclar los malos pensamientos, es necesario trabajar internamente para devolver al medio ambiente pensamientos y sentimientos más saludables.

Reconoce tus límites y aprende a relajarte. Cuando estás trabajando o estudiando, de vez en cuando puedes tomar una respiración profunda, mover tu cuerpo y tomar agua. Te sentirás mucho mejor.

Busca un equilibrio entre el número de horas de trabajo y estudio. De lo contrario no tendrás energía para disfrutar tu tiempo de viaje o de ocio.

Vivir el presente, disfrutar de cada momento y lo que está a su alrededor. No vivas en los corrales de acuerdo a tus planes. La vida está hecha de momentos.

Cuida tu bienestar físico. Duerme, come bien y practica regularmente actividades físicas ligeras, como caminar, montar en bicicleta o nadar.

Espero que este informe les sea de utilidad, y me dará mucho gusto recibir sus comentarios.

Un cordial abrazo

Silvana